Suleyma Rivera es una joven de 27 años quien desde hace un tiempo desarrolla en Suchitoto una iniciativa vinculada al cuido personal como entrenadora de comportamientos o life couching.

Suleyma es originaria del cantón El Caulote e hizo su bachillerato en el INSU y fue graduada de la segunda promoción de la Escuela Artes Técnicas y Oficios de la Escena (EATOE) de Esartes. Sobre su paso por Esartes ella dice: “Esartes fue una experiencia muy provechosa, aprendí tanto qué tengo mucho que agradecer, desde lo emocional hasta lo profesional. Aquí aprendí a ser positiva, perseverante, agradecida y responsable, cosas importantes que valen muchísimo”.

Sobre su preparación para convertirse en life coach (entrenadora), Suleyma nos cuenta: “Luego de Esartes tome la decisión de seguir preparándome profesionalmente y gracias a Dios que puso en mi camino la programación neurolingüística que estudie hasta lograr una certificación como Life Coaching en Coaching and Training With PN. Este aprendizaje y estudios que hice han sido como la guía más importante en mi vida. Ahora llevo 3 años graduada de entrenamiento de comportamientos, donde soy parte de crecimientos personales y emocionales de otras personas que buscan ser guiadas y sentirse más tranquilas.

 Mi carrera de life coach consiste en atender a personas que desean ser guiadas a través de herramientas  necesarias para hacer cambios  específicos  y positivos  en cada momento  de sus vidas.

Considero que es importante dedicar  tiempo a nuestra salud  emocional, porque nosotros somos seres energéticos  y transmitimos energías. Pero la salud emocional se nos daña cuando adquirimos energía negativa y le ponemos demasiado valor a los problemas.  Al cuidar nuestra mente cuidamos nuestro cuerpo y así prevenimos enfermedades más graves. Por eso es importante cuidar nuestra estabilidad emocional estar estables, tranquilos y en paz; cuidando nuestra mente nuestro cuerpo y alma con un poquito de guía emocional. 

El cuido de la salud emocional, -dice Suleyma- es más importante hoy en el marco de una pandemia, que vino a desestabilizar el equilibrio y las alegrías de muchas personas que tuvieron que ver partir a sus seres queridos. 

Al preguntarle sobre la situación actual de las juventudes en Suchitoto ella dice:  Pienso qué la juventud es la etapa de nuestras vidas más importante, por lo tanto es uno de los momentos  más  difíciles  porque siempre buscamos ser como alguien  más,  como el que tiene  más  dinero,  el que tiene carro, el que tiene  terrenos o viaja. Así se nos pasa tantos pensamientos  en nuestra mente que muchos  lastimosamente se dejan llevar por lo más  fácil  y terminan haciendo nada.

Al preguntarle qué cosas podrían hacer la vida más llevadera, ella nos dice: hay una palabra y una acción que es tan valiosa para mí, y que la he puesto en práctica con excelentes resultados. Se llama ¡empatía! Ser una persona empática es como ganarse felicidad de gratis. Entender y comprender a cada una de las personas y tener la madurez para no criticar a nadie independientemente de sus errores, esa es una acción que no es nada difícil, pero con eso nos ayudamos tanto porque nadie sabe por los conflictos mentales qué pasa cada persona. 

Por eso es importante que aprendamos a ser agradecidos cada minuto y cada instante de nuestras vidas. Y cuando tengamos un problema sepamos darle el verdadero lugar al problema y hacernos la pregunta valiosa: ¿cuánto vale mi salud emocional y cuánto vale el problema para mi vida?

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