Un de las lecciones que nos dejo el 2021, es que, si bien algunas cosas de la realidad no las podemos cambiar, hay otras que sí, y nos pueden ayudar a enfrentar y sobrellevar las crisis. En Suchitoto, necesitamos seguir fortaleciendo la empatía y solidaridad, trabajando en mejorar los puentes de comunicación y diálogos abiertos, constructivos y respetuosos entre la ciudadanía, las organizaciones, los colectivos y las autoridades locales.

La paz, prosperidad y crecimiento de una familia o una comunidad, -por ingenuo que parezca- no dependen de su riqueza material, dependen fundamentalmente de su empatía, solidaridad y capacidad de dialogo y tolerancia para lograr verdaderos entendimientos.

En Suchitoto el diálogo abierto sobre algunos temas con quienes piensan diferente suele ser difícil, conflictivo y muchas veces tan infructuoso, que olvidamos que somos una comunidad y que no se trata de quien tenga la razón, sino de lo más conveniente para el municipio. Esta dificultad es evidente incluso al interior de la familia cuando vemos conflictos entre parejas o padres e hijos, o en las organizaciones locales que les cuesta trabajar en unidad y por fines comunes sin anteponer los protagonismos. Y claro, esto incluye también a las autoridades municipales que por su propia constitución deberían estar abiertas a una comunicación horizontal, pero optan por cerrar sus puertas al diálogo abierto. Ni hablar de la atmosfera en el campo político nacional, donde por hoy no hay ningún tipo de diálogo, y todo se enrumba a algo parecido a un rompimiento de posibilidades de entendimientos con quienes piensen diferente al poder.

El 2021 deja una marca profunda en la deconstrucción de puertas al diálogo, cada vez se impone más la verticalidad, el descredito a las opiniones diferentes al poder, que nos alejan del sentido de comunidad. Las posiciones políticas y el ejemplo de lideres de gobierno central, se ven reproducidas entre sus lideres de gobiernos locales, súbditos y seguidores, quienes se niegan al dialogo y siguen fieles a su caudillo, que desacredita a todo el que piensa diferente a sus nuevas ideas.

En tal sentido en el 2022 consideramos urgente, hacer un llamado a las autoridades locales, las organizaciones, los colectivos y suchitotenses en general a no perder el sentido de comunidad, a seguir creyendo que conversando y dialogando cordial y propositivamente podemos mejorar el entendimiento en nuestro municipio, que no se trata de crear los unos y los otros, sino de construir y enfrentar los desafíos y retos en comunidad, aportando desde nuestras diferencias y coincidencias.

Abordar la realidad y señalar los problemas o retos del municipio no debe de ser un acto negativo, si se hace para buscar y proponer maneras de construir soluciones colectivas y dialogadas con la ciudadanía.  Debemos perder el miedo y aceptar errores y reconocer nuestras deficiencias como comunidad o autoridades. Debemos apostar por la tolerancia ante pensamientos o ideas diferentes a las nuestras. Cada vez se vuelve más urgente, superar diferencias y unirse ante grandes amenazas que atentan contra nuestra paz y tranquilidad, la protección del medio ambiente, la defensa del agua, los derechos humanos, la equidad, justicia e inclusión.

Generar diálogos para compartir ideas, propuestas y opiniones constructivas siempre serán el mejor camino para el entendimiento y la búsqueda de soluciones colectivas a problemas comunes. Tal como hemos señalado trabajar en colectividad es sumamente difícil, pero es el único camino para sacar adelante al municipio. No podemos ni debemos seguir en esta lógica de la polarización y la agresividad ante quienes piensan diferente. Debemos dialogar y consensuar de manera respetuosa y constructiva.

Los tiempos que vivimos son difíciles para todos. La pandemia, nos robo mucho del sentido de compartir en comunidad. No permitamos que nos roben nuestra capacidad y disposición al diálogo, a cooperar y trabajar en unidad para sacar adelante a nuestro municipio, mirándonos como hermanos y cohabitantes de una misma identidad y territorio. Que la empatía y el diálogo constructivo sean el camino en el 2022.