“Y que hagan un santuario para mí, para que yo habite entre ellos” (Éxodo 25)
Por Elmer Martínez.
Languidece el 2020, año que nos ha llevado por caminos inciertos, llenos de inquietud y penumbra que en momentos ha llegado hasta el desconcierto y a la vez nos ha llevado a descubrir fuerzas y potencialidades que parecían escondidas y que han ayudado a salir adelante en medio de una situación tan compleja y delicada como la pandemia del Covid19.
Suchitoto y su gente, se ha visto afectado, como todo el país y el mundo, y ha tenido una valentía y fe que le está permitiendo adaptase a la “nueva realidad” a vivir cotidianamente con los protocolos de bioseguridad para salvaguardar la vida individual y colectiva, manteniendo un espíritu positivo que haga se cumpla lo que dice el himno del municipio “Habrás de resurgir, sol nuevo a de brillar y le iris pintara tus cielos de esplendor”
La Iglesia es madre y maestra, en ese sentido en su papel de madre en estos meses de ha estado presta a dar ánimos en su regazo a la feligresía mediante sus ritos y tradiciones que fortalecen la fe y alimentan el espíritu, y como maestra exhorta a que nadie baje la guardia en el cumplimiento de las medidas de bioseguridad propias de la actual pandemia.
Esa fe, amor a su gente y respeto a las tradiciones y patrimonio de la ciudad, ha llevado a la Parroquia Santa Lucía liderada por la serenidad entusiasta de los queridos sacerdotes P. Adonay Orellana, P. Sergio Herrera y P. David Santizo, ha realizar en los meses de pandemia, un silencioso e importantísimo trabajo de conservación y restauración del templo – Patrimonio Nacional – y de sus objetos sagrados, con el fin de mantener en ellos la dignidad religiosa, artística y de fe que representan, ya que un templo hermoso invita a la oración, recogimiento espiritual y contemplar el trabajo en ellos del don divino de la mano y mente humana, “Cuán amables son tus moradas, oh Dios de los ejércitos, bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán (salmo 84)
Siendo la Iglesia Católica una institución comprometida con el cuido del arte sacro, poco a poco a cada retablo y altar se la ha devuelto la belleza que por el paso del tiempo se había opacado, para ello fue necesaria la consulta y colaboración de artistas y personas locales que guidas por el amor y respeto a lo sagrado dieron sus sugerencias y trabajo, aunado a ello la decidida colaboración de 10 familias de ser benefactoras de igual número de altares. Dios bendiga su generoso patrocinio que permitirá que las venideras generaciones puedan contemplar la belleza artística del principal edificio de la ciudad.
Algunas imágenes – gracias al generoso apoyo de personas piadosas – han sido restauradas con la delicadeza artística de conocedores en la materia, la patrona Santa Lucía – esa princesa de ojos maravillosos hoy irradia hermosura, de igual manera la Inmaculada Concepción que además de su restauración viste de cielo y oro, además el Patriarca San José ha sido restaurado justo al inicio del año jubilar de su proclamación como Patrono de la Iglesia Universal. Estas tres imágenes que presiden el altar mayor tienen una belleza artística singular y son muy veneradas por la población, por tanto, como motivadoras de fe y modelos de santidad deben de mantener la dignidad sagrada que les pertenece. Ya la Iglesia en el II Concilio de Nicea en el año 787 estableció “Las Imágenes Sagradas son un estímulo para la fe. Veneramos en la imagen a quien representa no al objeto mismo o representación. El honor tributado a la imagen se refiere al representado en ella, y quien venera una imagen venera a la persona en ella representada”
Para dar continuidad a la preservación del imponente templo, testigo de tantos actos litúrgicos y tan fotografiado y orgullo suchitotense, recientemente la parroquia informo que el mosaico del piso de la nave principal – único en el país- también tendrá un trabajo de conservación, en hora buena.
El Patrimonio arquitectónico tiene gran importancia cultural por la información que aporta al estudio histórico de la sociedad y por lo que represente para el conjunto de las personas. Es fiel reflejo de la historia de un lugar y por eso es importante conservarlo, y en el caso de la Iglesia Santa Lucía de Suchitoto es motivo de orgullo de la población en general. Cuan necesario es también buscar la manera de ir conservando otras edificaciones que embellecen y dan personalidad y carácter al municipio del pájaro y la flor.
Agradezco a todo el equipo de noticias La Gaceta Suchitoto por haberme publicado en todo el año y les motivo a continuar con esa labor periodística que además de informar, concientizan y hace que el corazón se ensanche de alegría de ser suchitotense – de nacimiento o adopción – se esté en el municipio o fuera de las fronteras patrias. Gracias y adelante.
Al estar a las puertas del 2021, deseo para este año nuevo que en el corazón de cada suchitotense se albergue en sí mismo el oro, el incienso y la mirra, preludiando esa natividad del alma en el que se manifieste como sinónimos de luz y de esperanza, el amor de Dios y poder trasmitirlo fraternalmente a nuestros semejantes. Amén.
Por Elmer Martínez.
Elmer Martínez suchitotense de nacimiento y corazón, comprometido en apoyar la preservación de la historia y patrimonio del municipio.