En la Gaceta Suchitoto iniciamos una serie de notas para reflexionar sobre los efectos del COVID-19 en el municipio. Un acercamiento a los efectos inmediatos y las perspectivas de dialogar y repensar en la futura reactivación de la vida cultural, turística, económica y social del municipio.
En esta oportunidad Alejandro Gomez nos entrega sus aportaciones y reflexiones para repensar en la reactivación del turismo en Suchitoto.
Albert Einstein planteaba que “la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.” Ahora sabemos que existe una relación muy estrecha entre caos y orden, en un proceso sin fin en donde le final de uno es el inicio del otro. La pandemia que ahora nos mantiene encerrados y con miedo, nos ha roto abruptamente nuestro orden (que es siempre inestable) y nos ha dejando en un caos. Cuando todo esto empezó -decia a un empresario hotelero- que la primera víctima del COVID-19 sería el turismo.
Y así ha sido: en cuestión de días el turismo ha desaparecido en Suchitoto (y en todo el mundo). Estábamos entusiasmados con el proyecto del Museo del Agua y Jardín Botánico como un atractivo único de Suchitoto para atraer visitantes y revitalizar el sector. De pronto ahora estamos ante la incertidumbre de cuándo y cómo podremos reiniciar todo un pueblo que se ha apagado por completo. Del día a la noche sin medias tintas. Estamos ahora a empezar todo de nuevo, desde cero.
Teniendo en cuenta el carácter evolutivo de la situación, es demasiado pronto para calcular la plena incidencia del COVID-19 en el turismo y el impacto que tendrá en Suchitoto, empezando por la capacidad de las empresas de mantener los empleos, por otro lado el sector turístico tiene el compromiso de poner en primer lugar a las personas y su bienestar. Tanto la OMT como la OMS piden “responsabilidad y una mayor coordinación para velar por que las medidas de salud se apliquen reduciendo al mínimo las interferencias innecesarias…. Además, la respuesta del turismo ha de ser mesurada, coherente y proporcional a la amenaza de salud pública, y ha de basarse en una evaluación local del riesgo.”
Los viajeros son responsables no solo de su propio bienestar, sino del bienestar de quienes los rodean. Deben estar al tanto de los síntomas y tomar todas las medidas recomendadas para la higiene personal. Nosotros somos responsables de la salud de nuestro personal, y dado que nuestro trabajo implica en contacto directo con los viajeros, se deberá capacitar a nuestro personal en el protocolo de bio seguridad que las autoridades recomiendan.
No es la primera pandemia que vive la humanidad, ni la primera catástrofe, ni la primera recesión económica por la que pasa este sector, pero ésta, por sus características, no tiene precedente (solo en Estados Unidos se perdieron 8 millones de empleos en 12 semanas por la crisis de 2008, y ahora en solo 2 semanas se reportan 10 millones). Y eso también significa que se abre una ventana de oportunidad para repensar la oferta turística y reconstruirla desde una nueva visión más alineada con los grandes desafíos: ambientales, sociales y tecnológicos… Sabemos, como se demostró con Pueblos Vivos en la crisis económica de 2008, la demostrada resiliencia del sector sera manifiesta, pero también un insistir en cambio de actitud del gobierno municipal y operadores turísticos (hoteles, restaurantes, artesanos, guías, etc) frente a las expectativas de los visitantes, y a la competencia de los demás Pueblos Vivos.
En momentos críticos como los actuales, la empresas debe comportarse, más que nunca, como un buen ciudadano corporativo, ayudando (cada una en la medida de sus posibilidades) a sus empleados, a sus clientes, a sus proveedores y, en general, a la comunidad de la que forma parte. Es una cuestión de solidaridad, pero también de reputación, de credibilidad de la marca y de construir organizaciones sobre la base de valores que refuercen el vínculo humano con clientes y empleados. En los momentos más difíciles es cuando los liderazgos más muestran su verdadero alcance.
No podemos esperar a que la situación que nos obliga a vivir el COVID-19 dicte las ya urgentes decisiones, es necesario dialogar y repensar como responderemos como destino turístico: planifiquemos desde ya la salida de la crisis, involucremos a nuestros colaboradores en la ilusionante tarea colectiva de la recuperación y, cuando llegue el momento, ejecutar oportunamente las acciones que se trazan en el plan.
Suchitoto enfrenta graves problemas desde 1992, y siempre habrá problemas que no podremos ni anticipar ni evitar, pero lo que siempre dependerá de nosotros es la manera de afrontarlos: ese es nuestro margen de maniobra. Necesitamos entender que hemos de trazar nuestra estrategia para afrontar nuestro futuro, sabiendo que el resultado que pretendemos no depende sólo de nosotros y que contar con un plan siempre es mejor que no tenerlo; no siempre los planes se cumplen, pero lo más importante es dibujar un camino y rumbo e ir en la buena dirección y aprender de los errores cometidos. En nuestro caso, el turismo requiere planificación, se vuelve mandatario un ORDENAMIENTO.
El desarrollo de las actividades en la forma desordenada como suceden en nuestro país, choca con la sostenibilidad. Se necesita normar su desarrollo, debe haber tras cada decisión, una racionalidad y estudio de las condiciones del entorno para decidir que conviene, cómo y dónde se ha de hacer. De igual manera los servicios deben ser normados, los beneficios de este ordenamiento comunicados y comprendidos por los beneficiarios, de tal manera que haya el compromiso de la autoregulación, sumado al compromiso de la autoridad competente de verificar el cumplimiento de las normas que se establezcan para el ejercicio del comercio de bienes y servicios turísticos.
Lo que, si podemos anticipar, aun con las reservas que cada uno tenga respecto a reactivar el turismo y viajar de nuevo, es que estamos cansados del encierro que nos ha impuesto las medidas para contener el COVID-19. ¡Así que esta es nuestra mayor oportunidad para repensar y dibujar el futuro! I parte.
Por Alejandro Gómez
Fotos Gerson Tobar
¿Cuáles son los impactos directos de COVID-19 en el turismo de Suchitoto? ¿Cómo podemos prepararnos para reactivarlo? ¿Cómo planificar el futuro? Te invitamos a leerlo en la segunda entrega.
Alejandro Gómez Lara, consultor originario de Suchitoto especializado de la Organización Mundial de Turismo OMT en temas de Desarrollo Local y Turismo.
3 comentarios en “COVID-19, una oportunidad de replantear y reinventar la oferta turística de Suchitoto”
Más que fábricas, quizá se necesita retomar tareas agrícolas a pequeña escala, apostar por el consumo de los productores locales. ¿Fábricas de qué? Las mayoría de fabricas sólo traen contaminación, explotación y degradación del entorno, pienso en lo que implicaría para el paisaje y la biodiversidad meter armatostes de cemento alrededor de la ciudad, que además, acapararían el agua que nos queda, que ya es poca. Para fabricar comida industrial, por ejemplo, mejor pensar en nuevas maneras de producir nuestros alimentos en nuestras tierras, ya bastante venenos nos estamos comiendo a diario.
Creo que es importante replantearnos nuestras maneras de consumo y comenzar a poner la vida en el centro y esto significa trabajar colectivamente y pensando en la comunidad; incentivar pequeñas cooperativas de miel, molienda, cacao, verduras, cereales y otro alimentos y productos con prácticas más respetuosas con la tierra, sino está será la primera de muchas enfermedades que se multiplican porque estamos trastocando el orden natural del entorno.
Lo único que tenemos es la tierra.
El turismo sólo trae efectos indeseables, contaminación social, sanitaria, encarecimiento de la vida, destruye la convivencia y la tranquilidad de los vecinos al atraer drogas y prostitución, escándalos nocturnos y todo con el cuento de la «cultura», lo mejor seria seríseria apostarle a la creación de instituciones educativas tales como institutos tecnológicos y universidades así mismo la instalación de fábricas es decir buscar como atraer a las empresas para se instalen en los alrededores de la ciudad. Eso generaría empleo formal.
Vamos a ver si los empresarios dueños de hoteles y restaurantes, comerciantes y sobre todo la Alcaldia son capaces de reunirse todos y repensar el turismo en Suchitoto. Eso esta por verse. . Lo mas seguro es que cada quien va ser lo que puedan y los mas grande salgan a flote y los pequeños se hundan.