El acceso a financiamiento para las mujeres en Suchitoto

Uno de los grandes problemas de las iniciativas de economía solidaria, individuales, familiares o comunitarias, son las limitaciones para acceder a créditos de los bancos comerciales. Es por eso que, en Suchitoto desde hace algunos años, se han impulsado formas alternativas de financiamiento de las actividades económicas solidarias, mediante la autogestión financiera, es decir, mediante la creación de bancos comunales y grupos de auto ahorro, organizados a partir de grupos solidarios, conformados principalmente por mujeres.

Este enfoque alternativo de las microfinanzas, se basa en relaciones de solidaridad y compañerismo y ha contribuido a dinamizar las actividades económicas y por tanto, a mejorar la integración social y el ingreso en comunidades de la zona rural.

En el 2009 se realizó en Suchitoto el primer Diagnóstico de Género, en este se evidenciaron diferentes problemáticas que afectan a las mujeres en el municipio. Uno de los ejes analizados fue “la económica de las mujeres e inequidades de género en el acceso a bienes productivos en Suchitoto”, donde se evidenció que el “56% de las mujeres no generan ingresos propios (CFDL y CMS, 2009, p 145), el 50% no tienen propiedad registrada a su nombre (p 148) y el mismo porcentaje, se dice que asumen solas las responsabilidades domésticas y de cuidado (p 142). Además, las mujeres también manifiestan (41%) que el mayor problema para acceder a créditos es no contar con garantías que respalden sus solicitudes.

A raíz de estas situaciones que viven las mujeres, las cuales ya se venían observando en el municipio y quedan evidenciadas en el diagnóstico, las organizaciones y grupos de mujeres buscaron apoyo e impulsaron modalidades de financiamiento, con el fin de aportar al acceso a recursos y a la autonomía económica de las mujeres del municipio.

Es así como, en el año 2006 la Concertación de Mujeres de Suchitoto, a través de la Asociación para la Defensa y Desarrollo de las Mujeres (APDM) impulsa la primera modalidad, los Bancos Comunales para la mujeres; posterior, se crea el Programa Espera (2008) y en el 2010 inicia a funcionar la Asociación Cooperativa de Ahorro, Crédito, Aprovisionamiento y Comercialización; por último, en el año 2016, se impulsan grupos comunitarios de auto – ahorro y crédito y en ese primer año se instalan 25 grupos en igual número de comunidades.

Actualmente, forman parte 667 mujeres en 3 de las 4 modalidades de crédito antes mencionada, siendo los Bancos Comunales donde más mujeres participan (506). En cada modalidad, el acceso a recursos es variado, según la disponibilidad, destino y reglamento de cada una. En general, los créditos pueden oscilar desde $50.00 hasta los $5,000.00 dólares.

Las modalidades de crédito, son alternativas colectivas y solidarias de acceso a recursos para mujeres, espacios donde ellas son partícipes en la toma de decisión respecto a los fondos que se manejan, y a la vez se vuelven vigilantes de la recuperación de los mismos. La cercanía entre las mujeres es primordial en el funcionamiento de los grupos; por ejemplo, en los Bancos Comunales, se crea un comité de crédito el cual es el encargado de administrar, otorgar y recuperar los fondos cada periodo; esta manera de funcionar ha contribuido a reconocer situaciones que les afectan para responder a su compromiso con el grupo y a pensar alternativas de apoyo colectivo.

En este acompañamiento, juega un papel importante La Concertación de Mujeres de Suchitoto, quien creó una estrategia de seguimiento a las modalidades de crédito, donde se establece la organización e identidad entre mujeres; la formación y reconocimiento de derechos específicos de las mujeres, la incidencia, acceso, uso y control de los recursos como puntos fundamentales para acompañar a los diferentes grupos.

Una de los resultados destacados de estos grupos solidarios es que se convierten en medios de integración social que buscan generar un sentimiento positivo en las personas, haciendo ver que, a pesar de las condiciones de pobreza o extrema pobreza, si se juntan y trabajan unidas, es posible contar con una capacidad mínima propia para mejora de la situación personal o familiar. Su objetivo principal es fomentar la colectividad, la confianza, la solidaridad, el compañerismo, la autoestima, el ingreso y el mejoramiento de las condiciones económicas, sociales y culturales de las personas asociadas, mediante la reducción del consumismo, el trabajo colectivo y el fomento del hábito del ahorro.

Uno de los grandes logros que se van alcanzando es la de superar aquella visión de creer que las personas viviendo en pobreza no pueden, pero estos esfuerzos nos muestran que juntas si se puede. El trabajo diligente de las organizaciones de mujeres con cada uno de estos grupos, y el compromiso de cada uno y una, van mostrando que con solidaridad, compañerismo y perseverancia las cosas pueden cambiar, por el bien de una economía más justa y solidaria para todos y todas en Suchitoto.

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