Quisimos poner este título alarmista, para llamar su atención a la gravedad de un problema que todos saben, o dicen saber, pero del cual nadie habla o quiere ver.

El problema de la contaminación del lago Suchitlán, lleva tantos años, que parece tan normal, que ya a nadie parece alarmarle o hace algo para frenarlo. Se toma con tanta normalidad que todos los días grandes cantidades de todo tipo de contaminación se viertan en la principal cuenca del río Lempa, para más tarde llegar al embalse a la vista de todos. Siendo un lago artificial, un embalse creado para retener agua y generar energía hidroeléctrica a todos los gobiernos y autoridades de turno poco les ha interesado la contaminación, parece ser que mientras las turbinas sigan trabajando y produciendo electricidad y dólares, todo está bien y lo demás, lo demás es lo de menos.

Mientras, en la encantadora ciudad de Suchitoto, centenares de turistas se pasean en lanchas sobre las aguas del Suchitlán y disfrutan de los bellos paisajes cada fin de semana, ignorando que metros abajo una enorme cloaca de contaminantes sigue acumulándose y creciendo. Las autoridades, los pescadores y lancheros que día a día navegan y trabajan entre sus aguas, lo saben, pero la mayoría prefieren callar ante la amenaza de que un día les prohíban la pesca o se alejen los turistas y con ello su fuente de ingresos.

El valor económico que representa este embalse en la generación de energía hidroeléctrica es grande, muy grande. La producción anual de 488 GWh de energía eléctrica. representan un buen negocio en la generación de electricidad en el país, tanto que a veces hasta alcanza para vender a los países vecinos.  Con reconocimiento internacional como sitio RAMSAR el lago es el principal humedal que alberga la mayor biodiversidad del país.

Pero paradójicamente frente a su importancia y valor es el cuerpo de agua con mayor contaminación en el país. Más de 200 afluentes descargan todo tipo de contaminantes y basura, que terminan en su mayoría retenidos en las aguas del embalse, para luego ser descargadas embalse abajo a través de la continuidad de la cuenca del bajo Lempa.

Debido a la poca movilidad de las aguas la autodepuración natural del lago es menor que en el caso de los ríos, por tanto una consecuencia del vertimiento de estos contaminantes es la retención de sedimentos y basura, evidenciándose en la propagación y crecimiento acelerado de plantas acuáticas como el jacinto de agua o lechuga y la insalubridad de sus aguas, que poco a poco van acabando con la vida acuática y amenazando la salud humana de los municipios aledaños.

A pesar de tener reconocimiento como un sitio de importancia internacional por ser uno de los más importantes ecosistemas para la biodiversidad y de su potencial y atracción para el desarrollo del turismo ecológico y sostenible, nos preocupa la indiferencia de las municipalidades aledañas, y de las entidades de medio ambiente. La contaminación está llegando al punto de convertir las aguas en amenaza y peligro para la salud humana e irreversiblemente dañinas para la vida del ecosistema, si no se toman las medidas necesarias.

Sin embargo, aunque tal situación ha sido públicamente señalada y denunciada por instituciones, organizaciones, expertos y ciudadanos comunes aún seguimos indiferentes y no se ejecutan las acciones necesarias para hacer un verdadero plan de manejo, tratamiento y conservación para el embalse.

Cabe enfatizar entonces que la contaminación del lago, es una bomba de tiempo, un problema del que nadie quiere responsabilizarse y que sin duda hasta que aparezcan enormes islas de basura, y se llegue al punto de putrefacción, quizá entonces se le ponga más atención al problema.

Los niveles de plomo, mercurio, cadmio, entre otros, que se han reportado, exceden los niveles permitidos y presentan una amenaza para la salud de las comunidades aledañas del lago, violando derechos humanos fundamentales como a la salud, al agua y a un medio ambiente sano. El grave problema no solo es que no hay medidas suficientes para proteger a la población de los peligros de aguas contaminadas, sino que, no se detiene o regula a tantas empresas industriales que contaminan el lago y ni siquiera existe la información pública adecuada para comprender la gravedad de la situación del lago.

Desde Suchitoto, como ciudadanos de un municipio que quiere crecer y mejorar su calidad de vida y medio ambiente, debemos tomar conciencia sobre esta situación, comenzar una campaña de concienciación para tomar acción y visibilizar el problema, llamando la atención con jornadas de recolección de basura, o colocación de río-bordas en los ríos del municipio, pero también poniendo en agenda pública el problema para exigir la intervención de parte de las instituciones pertinentes y responsables del medio ambiente. Si seguimos ocultando la gravedad de la contaminación, solo estaremos posponiendo y aumentando la gravedad irreversible del problema y heredándola a las siguientes generaciones. El momento para salir al rescate del lago Suchitlán es AHORA.

En la Gaceta Suchitoto iniciamos la campaña #SalvemosEl LagoSuchitlán desde la cual pretendemos exponer a la opinión pública y la agenda política, la gravedad y amenaza de la contaminación, incentivando campañas de concienciación, generando debates, y aportando posibles soluciones colectivas para empezar a enfrentar el problema. Únete, participa no seamos indiferentes y salvemos juntas y juntos el Lago Suchitlán y nuestro medio ambiente.