Los habitantes de las comunidades Zacamil 1 y 2, El Bario y Aguacayo manifiestan que, desde el pasado sábado 26 de octubre se está vertiendo a la quebrada El Chaparral un líquido amarillento de aspecto y color no muy agradable, según los habitantes se trataban de residuos provenientes de la Granja El Progreso, ubicada entre El Cantón Aguacayo y Platanares.
Ante la latente preocupación y compromiso por cuidar y resguardar los bienes naturales, dichos habitantes solicitaron a las autoridades locales de salud, una inspección a la quebrada El Chaparral (ubicada a unos cuantos metros de donde colinda la parte norte de La Granja El Progreso) para que a través de esta inspección se verificara la posible contaminación y la gravedad de la misma, esto con el fin de tomar las medidas necesarias sanitarias para la comunidad.
Cerca de las 10:00 am del día martes 12 de noviembre de 2019, habitantes representantes de las comunidades ya mencionadas, se reunieron en la Casa Comunal de la comunidad El Bario, para darle seguimiento a esta problemática que desde hace ya varios meses los ha venido afectando gravemente.
“La Granja El Progreso tiene antecedentes de haber afectado gravemente unos ríos en Ilobasco”, mencionó José Marroquín en la plática que los habitantes de las comunidades afectadas sostuvieron con el representante de la Unidad de Salud de Suchitoto, Walter Mejía, previo a realizar el recorrido que los conduciría a la quebrada El Chaparral.
Tras una larga caminata de aproximadamente una hora, finalmente se llegó al lugar de destino. En la inspección, Walter Mejía, “a ojo de buen cubero” dijo que no existía tal contaminación, tampoco malos olores; sin embargo, no se tomó ninguna muestra del agua para determinar científicamente tal situación.
En la quebrada efectivamente se observó que el agua tiene un aspecto grasoso y amarillento. Los habitantes manifestaron que la preocupación es muy grande, ya que no solamente afecta nuestros bienes naturales, sino que también la salud de todos y todas.
Ante una respuesta nada clara, ni favorable por parte de las autoridades de salud, se llegó al acuerdo entre los habitantes afectados, que ellos mismos serian quienes buscarían algún mecanismo para poder realizar los estudios necesarios para determinar el tipo de contaminación que tiene el caudal y poder buscar maneras de frenar dicha contaminación.
