Durante la guerra civil que golpeó a El Salvador desde 1980 a 1992, familias enteras se vieron forzadas a abandonar sus lugares de nacimiento y desplazarse a zonas seguras, en donde los estruendos de las bombas no se escucharan a profundidad.
Muchas personas renunciaron a sus hogares, animales, plantas y cosechas para poder resguardar a su familia, de aquel conflicto bélico ocurrido en el país entre la Fuerza Armada de El Salvador y fuerzas insurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Es así como familias enteras emigran a Suchitoto. Celina Ramos es un ejemplo de ello, una comunidad que se formó con 7 familias provenientes de la Hacienda Mulunga, Santa Ana las cuales fueron forzadas por el ejército a abandonar sus hogares. Algunas llegaron durante el conflicto armado, mientras que otras se acentuaron después de los Acuerdos de Paz de 1992.
Aunque el lugar ya era habitado desde antes, las personas comenzaron a organizarse hasta fundar la comunidad en 1991. Según el coordinador de Comité de Jóvenes, Daniel Rivas, en esa época se tenían tres nombres con las cuales se podría bautizar la comunidad: el nombre de la virgen, María Auxiliadora; Hacienda Mulunga y Celina Ramos.
Pero por decisión unánime, para el 25 de julio de 1991, el Arzobispo de la iglesia Luterana, Medardo Gómez la bautizó como Celina Ramos. Dicho nombre proviene de una joven que murió junto a su madre en la masacre de los Jesuitas del 16 de noviembre de 1989.
Según la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) Julia Elba Ramos y su hija Celina Ramos, quien nació en Jayaque, La Libertad 1976, habían llegado a trabajar a la residencia de los Jesuitas como empleadas domésticas. En 1989, Elba junto a Celina fueron asesinadas. Su cuerpo abrazó el de su hija, tratando de protegerla de los disparos.
Dicha historia conmovió a aquella población, ya que muchos perdieron a sus seres queridos en la devastadora guerra; la lucha y el esfuerzo por comenzar de nuevo hicieron de Celina Ramos, una comunidad organizada, unidad y con espíritu de valentía.
En la actualidad, cuenta con 40 familias aproximadamente, las cuales están regidas por la Asociación de Desarrollo Comunitario (ADESCO), conformada por diferentes comités que involucran a todos los habitantes. El Comité Pastoral se encarga de las actividades religiosas; el Comité de Jóvenes es el que promueve el desarrollo físico y recreativo de los niños y jóvenes.
Además, las mujeres también tienen un espacio en donde, a través de talleres y charlas formativas conocen sus derechos y ponen a prueba sus habilidades técnicas.
Sus fiestas patronales se celebran el 25 de julio. Esta vez conmemoraron 28 años de fundación. Durante sus festejos, realizan actividades para los niños, jóvenes y adultos. En las cuales reparten tamales, café y pan dulces.
Además de deleitar a los habitantes con cantantes locales, caballos de alta escuelas y una noche ranchera, lanzan globos aerostáticos que iluminan el cielo, asimismo, 28 cañonazos, con quema de pólvora acompañado de un baile de gala.
Celina Ramos se encuentra ubicada entre las comunidades El Barío y San Antonio, sobre la calle que conduce de Suchitoto hacia Aguilares, a sólo 6 kilómetros del centro del municipio.
2 comentarios en “Celina Ramos, una comunidad repoblada después de la guerra civil”
Así es como Celina Ramos trabaja por el desarrollo comunitario hoy en la actualidad nos ayuda ADES SANTA MARTA
Asi es sobrino,bonita anecdota de la comunida celina ramos..cuantos recuerdos me trae ese lugar..sigue luchando x tus sueños…