Suchitoto por años ha sido el cuna de grandes artistas que se han destacado en las diferentes facetas del arte: la pintura, la música, la escritura, el cine, el canto y la poesía. Muchos de estos nacidos en esta tierra llena de abundancia cultural, sin embargo, otros llegaron para quedarse y hacer de este municipio un remanso de talento.
Hoy le presentamos a Henry Cañas, de quien hemos hablado anteriormente sobre sus proyectos como pianista, pero esta vez, le contaremos un poco sobre el talento que tiene con la poesía. Cañas es un joven de 24 años, proveniente de San Luis La Herradura, La Paz. Llegó a Suchitoto en el 2009, cuando tenía 14 años.
La violencia hizo que forzosamente abandonara su lugar natal, en donde asegura que lo único artístico era pescar y de lo cual la mayoría de familias sobrevivían. Fue justamente en ese lugar, entre los manglares que lo bañaban, que nace su pasión por la poesía. No obstante, fue un amor platónico de juventud que le hace inspirarse más en las frases románticas.
El amor platónico era Jaqueline Peña, una señorita de ese lugar a quien nunca conoció, pero con quien entabló una amistad a través de mensajes de textos, desde una vez que le prestó a un amigo su celular y en el cual quedó registrado el contacto de “Yaki” como Cañas le llama.
Desde ese momento, las rimas que suenan entre palabras se volvieron amigas de Henry y con el tiempo fue perfeccionando su talento. El esfuerzo y las ganas de convertirse en un amante de la poesía hicieron de él, un joven perseverante y amante de lo raro y de lo diferente como lo describe.
Henry sigue estudiando las técnicas para perfeccionar su talento que de manera libre aprendió. Él además de ser bueno para la poesía, es pianista, pintor,y toca la guitarra. Da clases de piano en el Centro Arte para la Paz (CAP) a niños y jóvenes del municipio.
Además, cursa Licenciatura en Ciencias de la Educación y Piano Clásico en el Centro Nacional de Artes (CENAR).
Por otra parte, lo más valioso de su vida es su familia: su madre, Sonia Cañas es el pilar fundamental para todos sus proyectos, junto al apoyo de sus dos hermanos, Roni Cañas, también pintor y cantante, y su hermana menor Gabriela Cañas, de 16 años.
En pocas palabras, Cañas es uno de los muchos jóvenes que le aportan a la cultura y el arte del municipio y es un modelo a seguir para muchos que empiezan en este mundo. A su edad, ha ganado concursos de poesía, de igual manera, ha sido jurado calificador de los mismos.
Es por esa razón, que le mostramos algunos de sus interesantes poemas de Henry Cañas extraídos de su colección.
I
Donde te encuentres.
Donde el zafiro de mis estrellas te persiga,
Ahí, donde te holgas por entre mi mente,
Si he de verte, efímera y ausente,
Dejad entonces que el verso siga.
Quiero enlucir todos mis semblantes de melancolía.
Antes, eras la noche engripada de loca efusión,
Era porque todo quemabas y nunca me dolía…
En la madrugada, me gustaba hundirme en tus planetas,
Églogas fundías en mi calma, yo te besaba con fuego…
Más no querer quería, saber que te perdería.
Donde estés, ya no me importa,
Pero veo salir pájaros azules de mi boca al fenecer,
Los pájaros regresan en plena alborada,
Entre ramitas te traen colgada,
Y así, así veo el amanecer.
II
Me salvaste vida mía.
Me salvaste vida mía y hasta te llamo efusión,
La iglesia te busco para mis huesos
Y es que hasta landronceas en tus besos,
Prontamente mi confusión.
Me salvaste vida mía, me salvaste azul, me salvaste finito.
Yo llevaba por fuera mi sangre y mis lágrimas,
El piano tragaba tormentas y yo vivía en lo edáfico
Yo era un tornillo perdido en la gran ciudad,
Te confieso que imploraba el fenecer para mi existencia.
Pero tú sembraste en mi pecho una égida de rosas y metales.
Si yo muero vida mía, recordás entonces,
Que salvarme querías, y me salvaste para la otra vida,
Y entonces te estaré escuchando, entre lirios y nubes…
Pausas darán mis besos al viento,
Y entonces seré tu heraldo a voluntad desgajada,
Gritaré al cosmos lo que por ti siento
Y tú verás como le nacen brazos a la madrugada.
III
Muchachita de San Antonio,
Yo creo que vives en el corazón del verano…
Por fin hablaron los luceros en la anciana noche,
Por fin se besaron los sonidos de tu voz con mi sonido,
Y es que eres de un mundo multicosmico,
Más cuan enamorado he estado estos últimos días,
Ya ni sé, si quiero lo que tengo, porque no tengo lo que quiero.
El amor que te cargo se me subió del espíritu al sombrero,
Un clavo de oro, me sangro tu nombre entre melodías,
Yo soy feliz sangrando porque sangro amor sincero.
Muchachita de San Antonio, Yo
Creo que vives en el corazón del verano…
Tan misteriosa y tan silvestre,
¡Ah! pero tú ya nada me robas,
Porque todo me has robado, solo me queda este loco amor, cuando me lo robaras para ya no estar triste alegre, para ya no estar muerto en vida, para ya no estar amando sin amor, para ya no estar esperando la espera, para ya no estar sangrando con malditos clavos de oro.
No me robes el amor que tengo, porque pensándolo bien, es lo único que me queda.
Muchachita de San Antonio,
Yo creo que vives en el corazón del verano…