Si investigamos el desarrollo de las artes plásticas en Suchitoto, nos daremos cuenta que hay muy pocas referencias históricas a representantes que hayan aportado al arte salvadoreño en el pasado. Sin embargo, uno de los nombres más sobresalientes en la historia contemporánea es el nombre del pintor Victor Manuel Sanabria, mejor conocido como Shanay.

Shanay pertenece a una de las generaciones de artistas de El Salvador que vivieron en carne propia los amargos años del conflicto armado, donde  identificarse como artista presuponía cierto riesgo frente a la situación política y conflictiva de los años.

Sin duda en la vida de este pintor, aquellos años fueron los más intensos de su carrera artística, pues significó representar a su pueblo en certámenes y exposiciones donde sus paisajes eran iconos de resistencia y lucha ante la desesperanza de esos años.

Aferrado a su amor por el arte y su tierra que lo vio nacer y crecer, Shanay nunca abandonó el pueblo ni las artes, él ha continuado persistente en su lucha y trabajo -casi en silencio- por rescatar de la vida los mejores paisajes, atrapándolos con su paleta de colores en sus lienzos y puertas, siempre con la fe puesta en Dios.

Victor Manuel Sanabria es el pintor del pueblo, el artista comprometido que a lo largo de los años no solo ha puesto en alto el nombre de Suchitoto, sino que también ha contribuido a la formación de nuevas generaciones a través de la enseñanza en diferentes espacios culturales de la ciudad.

Gracias al profesor Edwyn Guzmán compartimos un acercamiento al mundo del pintor Victor Manuel Sanabria Shanay, quien nos cuenta algunos detalles de su vida, trayectoria artística y visiones del mundo cultural de Suchitoto.

 Victor Manuel Sanabria Shanay el pintor del pueblo

¿Cuéntenos un poco de sus días de infancia y juventud en su natal Suchitoto?

Fue lo mejor que me pudo haber pasado en mi vida, disfrutando con una paz y tranquilidad.

¿Cómo se vieron interrumpidos aquellos años por el conflicto armado?

Me obligaron a encerrarme en mi propio pueblo temiendo por mi vida, a no salir ni afuera del pueblo como lo hacía antes que salía a pintar los ríos, sus posas, sus cascadas y las arboledas de la campiña de nuestro pueblo. También tuve que suspender las idas a la capital para seguir aprendiendo como pintor.

¿El conflicto armado marco un antes y después en Suchitoto?

Sí, porque seguí trabajando en mi casa a través de mis recuerdos de lo que ya había disfrutado de su gente, sus campiñas y sus ríos. La guerra al fin pasó y hasta la vez aun sigo pintando a pesar de todos los temores que invadieron mi alma.

¿Háblenos de su inclinación por el arte?

Agradezco a Dios por ese hermoso talento que me regaló, porque hasta este momento lo sigo practicando.

Cuéntenos de su proceso de formación, ¿dónde o quien le enseño a pintar?

Mi primer maestro ha sido Dios y mi segundo profesor fue el pintor Pedro Acosta Garcìa, quién supo canalizar mis inquietudes y quién patrocinó mis clases de pintura en su academia.

¿Qué significaba ser un artista en medio de un país en guerra?

Significa el representar a un personaje que quería gritar a los cuatro vientos, viendo cómo se sangraba nuestro propio país a través de sus mismos hermanos salvadoreños; sufría porque lo que dibujaba y pintaba en esos momentos no podía exhibirlo.

¿Cómo influyeron en su trabajo aquellos años de guerra en Suchitoto?

El mismo encierro me motivó a pintar en mí casa esperando que Dios me diera el momento oportuno para exhibir la obra que estaba acumulando en esa época.

¿Usted pertenece a una generación importante de artistas en el país, puede contarnos un poco sobre el movimiento artístico de los años ´80?

Fuimos un grupo de artistas invadidos por temor, algunas veces reprimidos y expuestos a cualquier situación, pero a pesar de todo seguimos insistiendo para darnos a conocer.

¿Puede ampliarnos un poco sobre su labor y trayectoria como pintor?

En el presente sigo pintando hasta donde Dios me lo permita. En el pasado tuve la dicha de participar en concursos de pintura a nivel nacional obteniendo diversos premios y reconocimientos.

¿De dónde viene el nombre Shanay?

Shanay es un sobrenombre que me pusieron desde que era un estudiante de primaria, me gustó tanto que tuve que adoptarlo como mi firma artística.

¿Cuánto tiempo lleva pintando en Suchitoto?

Casi toda mi vida.

Coméntenos un poco sobre la temática de su obra, ¿qué le gusta pintar?

Me gusta pintar casi todo, pero a veces me inclino más por pintar paisajes de mi pueblo en forma nocturna.

¿Que técnicas prefiere usar y por qué?

Me gusta la técnica de óleo y acrílico, en la técnica primera me permite poder obtener mejor trabajo porque hay más tiempo y en la segunda técnica dependo del tiempo rápido para obtener un buen trabajo.

¿Cuál es la experiencia más significativa que ha vivido como pintor?

Además de haber obtenido muchos premios y reconocimientos a nivel nacional creo que fue el haber llegado a exhibir mis cuadros en una exposición individual en la Residencia Presidencial en 1983.

¿Desde cuando tiene su propio Taller y Galería en Suchitoto?

Desde los años 90 hasta la actualidad.

¿Como es un día regular, en la vida del pintor Shanay?

Cuando no trabajo, salgo al campo a disfrutar de la naturaleza. A veces me quedo en casa sembrando plantas o podándolas para embellecer el jardín que ahí mantengo.

¿Se puede vivir del arte en Suchitoto?

Sí, yo lo hago a través de mí proyecto personal ubicado en mí casa, que es la Galería Shanay.

Al intentar hacer una revisión de los pintores o pintoras, ¿podría decirnos algunos nombres de colegas pasados o presentes destacados en Suchitoto?

Julio Santamaría, Alfonso Flamenco (Estrellita), Javier Garcìa Alemán, Javier Gonzàlez, Lucía Cañas entre otros.

¿Considera que las artes plásticas tienen un lugar protagónico en la vida cultural del municipio?

De por si nuestro pueblo es llamado “Ciudad cultural”, por lo tanto, los artistas nacidos en este pueblo como en el municipio nos vemos en la obligación de fomentar la cultura y que sea conocida nacional e internacional a través del arte; por eso pido a las autoridades como es la alcaldía municipal y otras entidades que brinden el apoyo necesario, para que puedan desarrollarse en las diferentes áreas del arte en Suchitoto.

¿Cuéntenos de su experiencia en la formación de jóvenes pintores?

Gracias a Dios he reconocido que lo que a mí se me diò tengo que compartirlo con otros que gozan de estas habilidades, como lo es el dibujo y pintura. En los años 80ª se me acercaron varios alumnos y desde ahí yo he seguido compartiendo el arte con los que se me acercan regalándoles parte de mi conocimiento.

De los diferentes talleres que se desarrollan en el pueblo, ¿existen jóvenes que destaquen o prometan un futuro?

A mi modo de ver sí hay alumnos que destacan y prometen mucho en el mundo de las artes.

¿Qué opinión le merece la vida cultural del municipio?

Es buena, pero siempre necesitando el apoyo de aquellos que pueden hacer algo por todos los que estamos involucrados en esto y así poder lograr ese final exitoso para nuestro municipio.

¿Qué mensaje podría brindar a los y las jóvenes de Suchitoto que les interesa el oficio de la pintura?

Les hago un llamado a todo aquel que tenga cierta habilidad en el dibujo y la pintura que no desaproveche el tiempo, que en su tiempo libre como por ejemplo los sábados asistan al taller que imparto de dibujo y pintura de la alcaldía Municipal de Suchitoto, de 8:30 am a 12 m, es completamente gratis.

No hay cosa más bonita que vivir una vida sin alcohol, drogas y sin ninguna forma de violencia, estando más compenetrado de lo que queremos hacer de nuestra propia vida, pero siempre con un final positivo».

Entrevista y fotografías: Edwyn Guzmán