Al visitar algunos espacios de formación artística en el municipio, y ver esa cantidad de jóvenes entusiastas en el aprendizaje y desarrollo de sus habilidades artísticas, siempre nos alegra y da esperanza de tener jóvenes sanos y alejados de la vorágine de la violencia, que siempre anda rondando como lobo suelto entre las juventudes.
Pero luego nos surge la pregunta: ¿Hay algún futuro para las y los jóvenes artistas en Suchitoto? ¿Existe alguna propuesta por sacar provecho a todas esas habilidadades adquiridas? ¿Se podrían desarrollar emprendimientos artísticos? o ¿seguimos viendo el arte como la mejor manera de tener ocupadas a las juventudes, mientras van a la escuela y encuentran un trabajo? ¿Qué están haciendo las juventudes para cambiar esto?
En este periódico hemos hablado de la propuesta de crear una industria cultural como una alternativa y apuesta grande de municipio con el liderazgo de las entidades culturales; pero en esta oportunidad y frente a la inercia de las entidades nos queremos dirigir a las juventudes, proponiendo como alternativa el cooperativismo cultural.
La falta de apoyo y propuestas por parte del gobierno central y local y las entidades culturales al sector juvenil vinculado al arte y la cultura, debe hacer pensar y actuar a las juventudes para insertarse en el camino de la autogestión como forma de dar sostenimiento a sus proyectos y aspiraciones laborales. En el camino de la autogestión, las y los artistas deben buscar integrarse a modelos económicos alternos en los que el sector cultural de nuestro país no se ha insertado mucho: el cooperativismo cultural.
Esencialmente el Cooperativismo es una doctrina socio-económica que promueve la organización de las personas para satisfacer, de manera conjunta sus necesidades y han tenido mayor desarrollado en muchos proyectos del sector agrícola, industrial, comercial y grupos de trabajadores entre otros.
Cuando hablamos de cooperativismo en cultura proponemos la creación de una asociación autónoma de jovenes agrupados voluntariamente para satisfacer sus necesidades económicas, sociales, culturales y artísticas comunes, por medio de la unión y creación de una empresa que sea en su conjunto controlada y dirigida democráticamente por ellos y ellas. Todas las cooperativas se crean por necesidades económicas y sociales y es aquí donde el sector artístico juvenil debe centrar su esfuerzo, en la unión y creación de un gremio que vigile y busque realizar sus sueños y proyectos artísticos con sustentabilidad.
Es tiempo que las juventudes dejen de esperar y depender siempre de las propuestas de los adultos para resolver sus necesidades y alcanzar sus aspiraciones. Deben asumir con responsabilidad y valentía el reto del futuro y reconocerse como protagonistas del cambio, usando sus capacidades y habilidades como armas e instrumentos para alcanzarlas.
Suchitoto tiene varias experiencias en el desarrollo de cooperativas, en diferentes rubros, de las cuales se puede aprender mucho. El cooperativismo cultural se debe visualizar bajo una visión colectiva, donde todas las expresiones artísticas puedan tener sus propias propuestas emprendimiento y donde todos trabajen para todos sin necesidad de competir. El cooperativismo cultural se debe visualizar como una puesta en práctica de los valores de igualdad, justicia, ayuda mutua, esfuerzo propio y colectivo, honestidad, responsabilidad social, democracia, constructividad, sacrificio y solidaridad. Lo más importante en la organización cooperativa deberá ser crear condiciones para el empoderamiento de las juventudes y el desarrollo de autoempleos. Se pueden aprovechar recursos existentes y construir propuestas innovadoras interdisciplinarias y buscar patrocinios entre los empresarios, exigir capital semilla al gobierno local y vender producciones a los festivales existentes.
La idea es crear una cooperativa que ofrezca servicios de producción artística, de animación socio cultural y de turismo y producción de eventos a la población y turistas. Una cooperativa de trabajadores del arte y la cultura que reúna a todas juventudes interesadas en construir colectividad productiva con visión empresarial.
La meta sería reunir a las diferentes agrupaciones y colectivos existentes, así como a individuos interesados, en un solo consorcio desde donde se pueda crear un catálogo de productos y servicios capaz de estructurar e identificar las diferentes oportunidades que el mercado ofrece, ofertando producciones innovadoras. A través de la creación de una cooperativa cultural en Suchitoto, se podría velar por el interés solidario de todos y todas, generando oportunidades de negocios, emprendimientos y contar con una plataforma para exigir a la municipalidad y las empresas locales la generación de fondos semillas o de préstamos para la producción artística que genere turismo y estimule la vida cultural, comercial y empresarial del municipio. (I parte)
Md/
Fotografías: Edwyn Guzmán
1 comentario en “¿Y si apostamos por una cooperativa cultural?”
Despues de la guerra en Suchitoto se impulsaron varios proyectos de coopertivas con excombatientes y personas de las repoblaciones, de esas pocas quedan si es que hay todavia alguna, pero fueron proyectos muy bonitos que sirvieron para unir a las comunidades por un mismo objetivo. Lastimosamente siempre hay gente con interes propios o con malas intenciones, o gente que quiere que se le de todo, todo el tiempo, asi que se fueron haciendo que se perdieran esos proyectos. Habia gente valiosa con mucho corage que le echaron ganas. Quiza hoy los muchachos con nuevos propositos y pensamientos puedan retomar el trabajo en cooperativa, seria bueno, de modo que tuvieran una razon para trabajar unidos para conseguir su sustento y seguir sus metas.