Uno de los colectivos culturales con frutos y muchos años de trabajo en la gestión cultural de la ciudad es el Patronato Pro Restauración Cultural de Suchitoto creado por don Alejandro Cotto en 1991. Destacan entre sus frutos el Teatro de las Ruinas hoy reconocido como Teatro Alejandro Cotto, la instauración del Festival Internacional de Arte y Cultura y por extensión incluso la Casa Museo del finado, entre otras muchas gestiones y proyectos que a lo largo de los años han realizado en favor de Suchitoto.

En todo este trabajo siempre sobresale el nombre de don Alejandro Cotto, sin embargo, muchas veces olvidamos por desconocimiento u omisión el gran aporte y contribución de otras personas que también han contribuido y aportado al logro de todos estos resultados.

En nuestro esfuerzo por seguir destacando el aporte y participación de las mujeres en los diferentes procesos de construcción social de la ciudad, conversamos con una pequeña mujer que la mayor parte de su vida,  se ha dedicado a la educación y la cultura, trabajo que ha hecho casi de manera silenciosa, pero con constancia, dedicación y entrega por su pueblo Suchitoto.

Gezabel Chávez de Guzmán es una maestra normalista que desde que se graduó en 1960 inicio una larga carrera en la enseñanza educativa del municipio, para luego por inercia unirse al trabajo de promover la cultura y las artes entre sus estudiantes.

Con 75 años, y más de 30 años dedicados al Patronato doña Gezabel Chávez es una de las mujeres que a estado desde sus inicios trabajando por la educación y difusión de las artes y la cultura en la comunidad. Gracias al colega y amigo Edwyn Guzmán compartimos una entrevista donde doña Gezabel nos cuenta un poco sobre sus experiencias, aportes y el trabajo realizado en la ciudad pájaro flor Suchitoto.

Maestra Gezabel Chávez de Guzmán

¿Cuéntenos un poco sobre su vida, de donde es originaria?

Soy originaria de la ciudad de Suchitoto. Mi origen humilde, mi madre Berta Rivera, purera, mi papá barbero, Geraldo Chávez.

¿Cuál ha sido su ocupación y trabajo en el pasado?

A mi padre le gustaba mucho la lectura. Tuve la dicha que en 1927 había Escuela Normal Rural en Suchitoto lo que me permitió estudiar para ser maestra. Salgo graduada en 1960 teniendo solo 16 años; soy nombrada como maestra el 8 de febrero de 1961 a la Hacienda San Antonio, jurisdicción del Paìsnal; luego pido traslado para Estanzuela de esta jurisdicción, trasladándome posteriormente para Aguacayo, municipio de Suchitoto.

Por motivos del conflicto armado de El Salvador en 1981 las escuelas rurales cerraron, reubicándome en Centro Escolar Ana Dolores Arias de la ciudad Pájaro-Flor en la que laboré por 12 años como directora y profesora de grado, fundando el tercer ciclo ya que en aquel entonces solo tenía hasta 6º grado. Laboré 32 años como maestra, jubilándome en 1992.

¿Como fueron sus días de Juventud en Suchitoto?

Lo disfruté al máximo ya que esta ciudad cuenta con bellos lugares, el río Lempa, río el Amate, río Quezalapa, río Ujuiste, río Cinacamapa; el Feriado en el mes de noviembre. Las fiestas patronales, la graduación de la Escuela Normal Rural de Suchitoto y sus distintos bailes elegantes con sus grandes orquestas; las coronaciones que hacía don Alejandro Cotto, de estilo imperial, únicas. Caminar por las tardes y oír la música de piano al pasar por varias casas. Porque esta ciudad tuvo el lujo que muchas familias adineradas tenían piano. Fui parte de coros y de grupos de ballet, la profesora venía del Teatro Nacional de El Salvador.

¿Cuéntenos un poco sobre su familia?

Fuimos 12 hermanos, 3 maestros, 2 secretarias, los demás con estudios básicos. Me casé con el profesor José Enrique Guzmán, procreando 3 hijos, el Lic. Ever Enrique Guzmán Chávez, Lic. Edwyn Douglas Guzmán Chávez y Belinda Mabel Guzmán Chávez secretaria ejecutiva bancaria.  Me divorcié tomando el gran reto de sacar adelante como profesionales a mis tres hijos; son emprendedores en sus profesiones y en sus negocios.

Si hiciera un recuento ¿qué cosas le han dado mayores satisfacciones en su vida?

Nacer en un hogar cristiano, dedicarme a mí profesión al máximo, fundar escuelas, haber logrado que don Alejandro Cotto por lo que le ayudaba con sus distintos proyectos fue mi gran colaborador. Formamos un coro con 80 voces el cual fue a cerrar el Año Mariano en Catedral, estábamos en la mitad del conflicto armado, se trasmitió dicho evento por radio y televisión, pero nuestra ciudad como siempre sin energía eléctrica para poderlo ver y escuchar.

Haber colaborado con el reparto de Cáritas y lo que la Cruz Roja Internacional traía para la población, que carecía de lo más básico; no dejar mi ciudad cuando todo era dolor por el conflicto armado de la década de los 80´. Ahora me llena de satisfacción que esos alumnos y alumnas la mayoría son profesionales que sirven al país con dedicación; ser fuerte en los momentos de angustia; cumplir al máximo mis compromisos de familia, de trabajo y los que la sociedad me pedía.

Trabajo cultural, Patronato y don Alejandro Cotto

¿Cuéntenos un poco de su experiencia trabajando con don Alejandro Cotto?

El acercamiento con don Alejandro Cotto era como familiar; el papá de él don Alfonso tenía una sala de cine y un tío mío le hacia las proyecciones de las películas. Él llegaba a nuestra casa con familiaridad, pero con el deseo de hacer cine, luego le dan una beca y parte para Méjico a estudiar.  Don Alejandro Cotto nos escribía de sus logros y tristezas por la ausencia.

Al paso de los años él regresa para organizar el centenario de la ciudad en 1957, un año antes de dicha celebración; yo participé en esos eventos como estudiante normalista fueron 3 días de celebración cuando por primera vez en el país se denominaba a una ciudad como capital por 1 día; estuve bastante cerca de sus proyectos, pero por mi trabajo en el Paisnal, estuve por un lapso alejada.

¿Cómo se involucra usted en la promoción del trabajo cultural?

Durante todo el conflicto armado don Alejandro Cotto no abandonó su ciudad, por lógica tampoco mi persona, como directora del Centro Escolar Ana Dolores Arias y por la amistad que teníamos él me ayudaba con las necesidades de la escuela y yo con mi alumnado y maestros participábamos en los eventos que él organizaba. Queríamos organizaciones por la paz, coros, dábamos atenciones a los pocos visitantes y organizábamos muchas actividades culturales para que los jóvenes no sintiesen lo duro de la situación de la guerra civil de El Salvador.

¿Recuerda los nombres de las personas que fundaron el Patronato?

Entre los nombre de mujeres recuerdo a: Ana Herrera, Flor Díaz, Rosita Rivera, Concepción Vaquero, Chita de Rivera, Roxana Castillo, Cecilia Gallardo de Cano, Mirna de Quintanilla, Nora Orellana de Martín, Claudia Acosta, Sara Rivera de Mendoza, profesora Raquel Quiñónez, licenciada Flores de Escalante, arquitecta Claudia Alwood de Mata, Lilian de Henríquez, Sara Romero de Acosta, Tere Romero de Alas, Vilma Cañas de Silièzar; de esta lista muchos han muerto y otras cambiaron de domicilio.

Entre los hombres recuerdo a: Ing. Ángel Duarte, Dr. Antonio Perdomo, Mauricio Cáceres, Víctor Manuel Sanabria, Dr. Carlos Henríquez, teniente David Quintanilla, Denis Martín, Rolando Elías, Ing. Eduardo Fuentes, Ing. Luis García de León, Lic. Rolando Monterrosa, Lic. Nelson Portillo, Cnel. Alfonso Eusebio Cotto, General Eduardo Mendoza Morales, Orlando Alas, Dr. Ricardo Henríquez Quiñónez, Dr. Luis Escalante, Ing. Roberto Orellana Milla, Dr. Leónidas Acosta, Dr. Rafael Silièzar.

El principal trabajo del Patronato ha sido la restauración del Teatro y el Festival. A parte de esto ¿realizaron algún otro tipo de proyectos?

Se trabajó en el Plan Maestro con la Embajada de Alemania; se ayudó en la restauración de algunas áreas de la Iglesia Parroquial Santa Lucía. Se solicitó a la Embajada de España para darle la última restauración; esa obra comenzó con el sacerdote Héctor Figueroa. Después del conflicto armado se trabajó en la reedificación de muchos edificios de Suchitoto y su contorno para la preservación de su arquitectura colonial y el urbanismo característico de la ciudad, efectuándolos en sus calles, plaza, parques y edificios públicos y privados.

Para orgullo del Patronato después de tanta gestión los suchitotenses tenemos la satisfacción que la iglesia parroquial fuera declarada Monumento Nacional por la Asamblea Legislativa. Se donó la Biblioteca Municipal que lleva el nombre de Alejandro Cotto, haciendo las gestiones con la Embajada de México.

Se podría decir que usted es la única mujer que sigue en el Patronato desde su fundación, así que ¿Por qué considera tan importante seguir participando del Patronato?

Muy sencillo fui docente por lo tanto la cultura siempre me ha gustado y Alejandro Cotto me decía “Por favor lucha por esa obra, pues para Suchitoto es un orgullo construir un teatro en el siglo XXI, y ser el cuarto teatro mas importante del país”, gracias a la embajada y pueblo de Alemania, al Dr. Rodrigo Brito, al Hospital de Diagnóstico, a la familia Orellana, que estuvieron hombro a hombro cuando solo teníamos ruinas y luego ver surgir una obra representativa de Suchitoto y El Salvador.

¿Cuál es su participación actual en el Patronato?

Durante años fui la tesorera del Patronato. Pero hoy me dedico a organizar, contactar ayudas con instituciones como la Alcaldía Municipal de Suchitoto, artistas, restaurantes, hoteles, transporte, fundación Mangorè entre otros.

¿Como ve las condiciones del municipio y la respuesta de la gente y juventudes al trabajo del Patronato?

Los avances tecnológicos los a desmotivado y distraído, no hay una concientización en disfrutar del arte, creo que las escuelas tendrían que involucrarse más  en los programas culturales del Teatro ya que todas las actividades culturales son gratis.

¿Hablemos del público, venia más gente al Teatro antes que ahora, o sigue igual la asistencia?

Tenemos más público, pero del turismo, de nuestra ciudad como decía Alejandro siguen siendo contados.

¿Por qué considera que sigue siendo difícil hacer que la gente vaya y entre al Teatro?

Para muchos es más fácil quedarse viendo los distintos programas por TV cable en sus casas o atender familiares y amigos que los visitan, y pierden la oportunidad de convivencia y ver otras cosas y los artistas en vivo, ya que nuestra programación siempre es variada tanto para niños y adultos.

Es evidente que usted a dedicado muchos años al Patronato haciendo un trabajo casi silencioso, ¿Cuál ha sido su meta o sueño al realizar este trabajo add honorem?

Las obras que se hacen sin un fin monetario, se hacen por amor al pueblo, y es Dios quien me lo permite, la compensación viene de Dios, él que todo lo sabe y es mi testigo. He dedicado mi vida a la cultura sin ganar nada por 33 años, con la satisfacción del deber cumplido.

¿Cuál es su mensaje para las juventudes de hoy?

Prepárense, integren grupos de culturización; la persona entre más se prepara, tiene mejores oportunidades laborables. Mis agradecimientos a la Gaceta de Suchitoto y como siempre a nombre del Patronato Cultural los invitamos a seguir promoviendo nuestras actividades.

Y no olviden la invitación a participar de todas las actividades del Festival Internacional de Arte y Cultura en el Teatro Alejandro Cotto. Recuerde los sábados a las 6 pm y los domingos a las 4 pm, su atenta servidora Gezabel Chávez.

Entrevista y fotografías: Edwyn Guzmán.