Cada pueblo es un universo de vivencias, contradicciones, encuentros y desencuentros con el pasado y el futuro. Cada pueblo es el resultado de la visión colectiva y capacidad de compromiso de sus habitantes, -originarios o foráneos-, con sus sueños, luchas o metas individuales o colectivas.   Diversa como es y debe de ser, los y las habitantes de Suchitoto, se enfrentan al reto de construir cada día un mejor futuro para las nuevas generaciones. En esa búsqueda surgen colectivos, líderes y lideresas, seres que en su mayoría asumen el reto de ser voceros y representantes de causas y luchas colectivas.

En Suchitoto en la actualidad destaca el legado de una persona que ha aportado mucho a la cultura, el patrimonio,  la memoria histórica y la formación artística del municipio. Una mujer que sin ser reconocida, asume cada día, el reto de soñar y proponer cosas nuevas para un pueblo que muchas veces le cuesta reconocer los esfuerzos por trabajar con las juventudes. Pero los frutos de esos sueños y su tesonero trabajo poco  poco van siendo reconocidos en la vida cultural y artística de la ciudad pájaro flor.

Frente al esfuerzo de esta gran mujer y el legado que construye, es bueno preguntarse, ¿Qué estamos construyendo y dejando como legado nosotros para el futuro? ¿Cuáles son las propuestas y apuestas del futuro de Suchitoto?

Haciendo una revisión rápida y mirando a nuestro alrededor, nos encontramos con muchos esfuerzos maravillosos, pero dispersos, muy dispersos y con ciertos matices individualistas.  Muchas veces evadimos la colectividad ya sea porque queremos trabajar ciegamente en algo o porque no nos gusta trabajar con los demás, o porque pensamos que nuestras ideas son más brillantes, innovadoras o tan exclusivas, que evadimos trabajar en equipo. Al final, y muchas veces sin querer, terminamos reinventando la rueda, en un afán de protagonismos y querer llevarse flores de un jardín colectivo.

El sistema capitalista a impulsado esa visión de protagonismo desmedido donde la competencia de ser el mejor nos aleja de toda posibilidad de colectividad. Si no queremos caer en ese mundo de caudillos y guetos, vale la pena hacernos una pregunta clave: ¿qué nos mueve?, ¿es acaso el reconocimiento por llevarnos el crédito o son los resultados?. Responder esta pregunta puede ser difícil, más cuando tenemos miedo a la respuesta, sin embargo, hacernos esta pregunta nos ayudará a determinar qué camino es el indicado a tomar y sobre todo a evitar las consecuencias de construir egos que nos alejen de la colectividad, por la búsqueda de protagonismo y pretender ser mejor que los demás.  Debemos evitar caer en la trampa del sistema, alzar la bandera de la colectividad con todas las dificultades y retos que esto implica.

Esto es muy importante porque corremos el riesgo de impulsar una cultura competitiva entre la misma comunidad, en donde la lucha por el reconocimiento y los fondos se convierten en el núcleo de la organización y no la misión que un día nos propusimos alcanzar. Perdemos paulatinamente la creatividad y nuestro poder de dialogo para encontrar soluciones consensuadas y alternas a problemas colectivos que juntos y juntas se pueden enfrentar mejor. Y sin quererlo podemos ocasionar que la misión por la que trabajamos no avance, se obstaculice o desvíe de su importancia para el desarrollo local, que nos trazamos al principio.

Todos los esfuerzos que realizan las organizaciones y colectivos son válidos e importantes para el desarrollo local del municipio. Nunca debemos de perder de vista que el objetivo final resumido en la mayoría de las visiones y misiones de todos, es contribuir al desarrollo social y humano de Suchitoto.

Por eso les recordamos a todos los hombres y mujeres encargados de las organizaciones que, si queremos promover o cambiar algo, debemos ser los primeros en tener una mente abierta y receptiva a los puntos de vista de otros, tanto de personas que trabajan a nuestro lado como aquellos que nos ven desde fuera. Nunca creamos saberlo todo, sin importar de dónde vengan las ideas lo importante es que sean constructivas y contribuyan a los resultados por un cambio positivo.

Suchitoto esta creciendo, asumamos el futuro con valentía y apostemos por la unidad, por el dialogo constructivo alejado de individualismos y protagonismos, construyamos puentes que nos unan en colectividad. Abramos espacios para el encuentro, para reconocernos y entretejer sueños colectivos, donde el «leitmotiv» sea la unión. Al final la decisión sobre qué camino tomar es de cada quien y cada cual. Por tanto, la pregunta siempre seguirá siendo la misma: ¿qué nos mueve?

md/

Fotografía: Edwyn Guzmán