Uno de los retos más grandes de las ciudades es mantener el orden, la paz y el entendimiento entre sus pobladores. Continuamente vemos como se hacen esfuerzos por mejorar las condiciones de la ciudad con propuestas y proyectos que no siempre alcalzan, responden o son del agrado de todos. Lo cierto es que una de las cosas mas importantes a la hora de desarrollar trabajo comunitario es entender que es un proceso que se lleva a cabo para el bienestar común y social.
En ese sentido todas las organizaciones y colectivos que realizan este tipo de actividades deberian de entenderse y verse como parte activa de este engranaje del desarrollo del bienestar común, tratando de apoyarse entre sí, sin importar que sea del gobierno o privado. Eso pasa también por escuchar a la gente y reflexionar sobre la intervención comunitaria más adecuada teniendo presente la situación actual y particular que viven nuestras comunidades.
Creo que quienes dirigen las organizaciones deben de tener cuidado con posturas individualistas o la mezcla nociva de la política partidaria y ese consenso neoliberal silencioso relacionado con la idea de no cuestionar la estructura social y atribuir al esfuerzo y capacidades individuales la solución a todos nuestros problemas sociales. Es importante potenciar el diálogo colectivo y la crítica constructiva en la búsqueda de soluciones consensuadas.
Una cosa urgente es revisar las estructuras verticales con las que hemos venido construyendo colectividad, sin la posibilidad de un relevo generacional en la dirección y liderazgo de los grupos y colectivos. . Nos hace falta formar nuevos cuadros, que provengan de comunidades pero sin esos sesgos partidarios que tanto daño hacen al trabajo comunitario.
Si bien construir colectividad es difícil, tenemos el deber de configurar modelos de convivencia capaces de superar las deficiencias de las democracias capitalistas modernas. En este sentido, el diálogo y la autocritica a la forma en que estamos haciendo el trabajo comunitario es la vía más eficaz para el logro de cambios efectivos.
Recientemente hemos visto como varias comunidades afectadas por una empresa porcina a motivado a varios residentes a manisfestarse por la contaminación ambiental qu esta esta produciendo. Mientras que como comunidades unidas la municipalidad y los colectivos del municipio deberiamos de salir en apoyo y conocimiento a estas demandas vemos como algunos empiezan a señalar otros intereses, perdiendo el objetivo de vigilar y proteger el bienestar comunitario.
Otro caso es la remodelación del parque San Martín, donde por casi un año, un colectivo de ciudadanos a estado proponiendo que no se haga una intervención severa de tala de árboles y destrucción de muros perimetrales del parque, planteando una restauración y no una remodelación.
Estos dos casos -diferentes entre sí-, nos muestran como la ciudadania esta tomando conciencia de su papel exigiendo ser tomados en cuenta en las acciones públicas que tienen que ver con los territorios y patrimonios del municipio, mostrándonos también que las instituciones públicas deben abrir nuevos y mejores espacios de consulta y participación.
La escasa participación de la ciudadanía en la consulta y toma de decisiones conduce al aumento de las desigualdades sociales, siendo necesario articular una noción de ciudadanía que permita el ejercicio activo de la misma por parte del conjunto de la población. Pero para que esa ciudadanía sea activa, los ciudadanos necesitan desarrollar una actitud responsable, vigilante, reflexiva y crítica que les permita desarrollar sus acciones dentro de dialogos constructivos de una manera eficaz y comprometida. No se trata de alzar la voz, sino de dar voz al sentir comunitario respecto a situaciones de interes comunitario, priorizando el bien común.
Debemos entender el ejercicio de la ciudadanía como un proceso formativo, constante y continuo imprescindible por un lado para el desarrollo de las personas como ciudadanos, y por otro, para la conformación de comunidades verdaderamente democráticas y participativas.
La ciudadania se define entendida como un conjunto de personas que tiene intereses compartidos, un conocimiento mutuo, capacidad para llegar a acuerdos, para compartir estrategias y para evaluar su progreso. Sin un proceso de construcción participativa con la comunidad, siempre tendremos tensiones y desacuerdos.
Otro elemento necesario es la creación de mecanismos de participación, mejorando las estructuras de connvocatoria en los asuntos trascendentales de la comunidad. Se trata de articular nuevos modelos participativos que sirvan como instrumento de transformación social y cuya finalidad sea la solución de problemas en comunidad. Eso pasa por que los ciudadanos también asuman su responsabilidad y papel en las convocatorias y consultas, quienes a veces obvian este compromiso pero cuando se ven afectados por los proyectos reaccionan un poco tarde.
Parece que debemos aprender a exponer nuestras ideas sin la necesidad de descalificar la de los demas, debemos leer para construir crítica constructiva abriendo más diálogo y espacios de debate frente a los problemas de las comunidades y comprender que no es necesaria la polarización ni el enfrentamiento, ni los sesgos politicos, que el enemigo esta afuera y no adentro entre las comunidades. Debemos aprender a exponer nuestras ideas, a dialogar, negociar y estar dispuestos siempre a ceder y construir colectividad, en pro de la paz, el entendimiento y el bienestar común de Suchitoto.