San Salvador, 20 de julio. La Universidad de El Salvador acordó quitar la reserva y finalizar el contrato temporal del docente y antropólogo José Boanerges Osorto, de la Escuela de Ciencias Sociales. Él tiene una demanda en la Fiscalía General de la República (FGR), interpuesta por una estudiante de la Licenciatura en Antropología por “violencia contra la mujer, sometimiento y amenazas de ‘acabársela académicamente’”. Además, la Junta Directiva decidió prohibir la entrada al docente en el campus universitario. Esto debido a que un juzgado de paz ha ordenado medidas restrictivas para que no se acerque a la joven estudiante.
Feministas y defensoras de derechos humanos exigieron durante la semana a las diferentes autoridades universitarias la cancelación del contrato temporal que la Facultad de Ciencias y Humanidades (CCHH) tenía con Boanerges. La Junta directiva de la Facultad de CCHH es la máxima autoridad y quien debe resolver los nombramientos, contrataciones y remociones del personal académico, responsabilidad que le otorga la Ley Orgánica de la universidad en el artículo 32, literal “e”. Asimismo, el artículo 41 de la Ley Orgánica establece, en el literal “m”, los derechos de los y las estudiantes: “Demandar ante las autoridades e instancias respectivas su intervención conforme a las facultades que le confiere la legislación universitaria, cuando haya acciones que lesionaren o atentaren contra su dignidad o sus derechos”. Sin embargo, pese a esta normativa, existen otros casos en los que estudiantes de esta Universidad han sido o son víctimas de agresiones de distinta índole por parte de sus catedráticos.
Con la frase “Ojos en la UES”, las feministas dejaron en evidencia la poca voluntad de las autoridades para resolver de forma inmediata, y de acuerdo con el debido proceso, la destitución del docente que ejercía violencia contra una estudiante. Este caso ha permitido a la Universidad de El Salvador sentar un precedente para no permitir la violencia contra la mujer ni la vulneración de los derechos de la comunidad universitaria.
Las acciones realizadas en las redes sociales y la entrega de una carta en la Facultad de CCHH por las feministas ejerció una fuerte presión. Esto obligó a las diferentes autoridades para resolver este caso, pues a pesar de que lo conocían desde hace varias semanas, no habían tomado ninguna acción contra el docente agresor.
Este caso es de suma importancia porque ha permitido conocer de otros suscitados al interior del mismo campus. Es decir, ha generado que otras voces dejen de guardar silencio con respecto a casos de violencia. El llamado es a que sigan denunciando y presentando las debidas demandas.
La encuesta nacional de violencia contra la mujer 2017, revela que “67 de cada 100 mujeres han sufrido violencia a lo largo de su vida y que el 34 % de la mujeres han sufrido violencia en los últimos 12 meses” en El Salvador. Esto de acuerdo con la Digestyc. Estos resultados reflejan la situación de vulnerabilidad de las mujeres con respecto a sus derechos humanos.
En el caso de la joven estudiante violentada por el docente, exigimos a la Fiscalía General de la República (FGR) la judicialización de este caso para que no quede en la impunidad. Las feministas continuaremos con los “Ojos en la UES”; y, no vamos a descansar hasta garantizar que ninguna mujer ya sea docente, administrativa y/o estudiante sufra ningún acoso, violencia y agresión en la Ciudad Universitaria ni fuera de ella, por personal de la UES.
Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, Jóvenes Voceras y Voceros en DSDR, La radio de Todas, Asociación de Mujeres Jóvenes Ixchel, Colectiva Histérica Al Aire, Mesa Sectorial de Salud Sexual y Reproductiva, Colectiva Amorales, OEP, SSPAS, EDF2018, Plataforma Salvadoreña de Juventudes y Luna de Anatolia