En el municipio la población de jóvenes a crecido y con ello sus expectativas y demandas, siendo notable el interés por obtener reconocimiento, oportunidades y poder. En Suchitoto hay varios programas y organizaciones trabajando para las juventudes, pero nuestra preocupación por los jóvenes de Suchitoto debe traducirse en acciones más efectivas, ¿cómo proporcionarles una mejor perspectiva de vida, un mejor futuro?, ¿cómo insertarlos en la vida productiva con más oportunidades para prevenir comportamientos de riesgo?, ¿cómo ayudarles a salir de la pobreza?
De tanto hacer preguntas, buscar respuestas y a falta de un consenso general -especialmente en los gobiernos y ONGs- decidimos recopilar una serie de estrategias que se ejecutan en otros lugares que han resultado efectivas para combatir problemas de violencia, salud sexual y empleo juvenil.
No es bueno pretender inventar programas, cuando muchos de estos existen en otras latitudes latinas y han tenido procesos de intervención exitosos. La lectura y conocimientos de estas experiencias son fundamentales para poder aportar soluciones “tropicalizadas” a nuestros contextos y realidades.
Muchos de estos programas han sido aplicados en diferentes ambientes culturales y socio-económicos, y nos muestran que la mayoría de ellos parten de diferentes enfoques teóricos y por lo tanto utilizan diversas estrategias como forma de aproximación a las juventudes.
Algunas de las estrategias más usadas en estos programas abarcan la inclusión de jóvenes pares, la incorporación de los temas en los currículos académicos y escolares, el involucramiento y participación activa de las familias y de la comunidad y capacitaciones para el desarrollo de habilidades.
Además, la evidencia sugiere que los programas exitosos en esta área son aquellos que incluyen más de un componente: talleres, enseñanza en la escuela, especialmente los que involucran jóvenes pares y comunidad, desarrollo de habilidades socio-emocionales y estrategias novedosas. Particularmente la estrategia de los jóvenes pares es una de las más efectivas en términos de logros alcanzados, pues los jóvenes dicen sentirse más cómodos hablando con personas de su misma edad.
En el campo del empleo, la revisión de textos y experiencias nos indica que los programas enfocados a la capacitación en habilidades vocacionales y desarrollo de habilidades para la vida, junto con la posibilidad de realizar prácticas empresariales pueden resultar más efectivos sobre todo si se logra la participación de los sectores empresariales de las ciudades intervenidas.
La revisión de estas estrategias permite ver entonces que debemos ser cuidadosos al plantear los factores que fundamentan los programas. Entre estos factores, los más importantes a considerar son el entendimiento del contexto cultural, social y económico en el que se desarrolla el joven y la definición de una teoría de cambio clara como punto de partida del programa. Por otro lado, también se hace evidente que la utilización de jóvenes pares y aproximaciones llamativas para la juventud como uso de medios de comunicación son estrategias efectivas en diferentes contextos, donde los jóvenes buscan reconocimiento y sentido de pertenencia, frente a un contexto rodeado de pandillas, vicios, migración y decidía.
Sabemos de las buenas intenciones y nobles propósitos de algunos proyectos, pero no solo basta con la implementación de un determinado taller o programa, debemos de dar seguimiento y evaluar e identificar cuáles han sido los aciertos y desaciertos estando dispuestos a corregir y enmendar. Por ello, invitamos a reflexionar acerca de la necesidad de realizar evaluaciones tanto cuantitativas como cualitativas de estos programas para medir su impacto y alcance y así hacer un mejor uso y destino de los recursos invertidos en ellos, tomando en cuenta que la opinión y participación activa de ellos y ellas en estos procesos es fundamental.
En un pueblo pequeño donde todos se conocen, es importante implementar reuniones de intercambio de experiencias y evaluaciones colectivas donde se compartan y discutan los aciertos y desaciertos de los programas que cada organización realiza, con el fin de construir colectivamente procesos de intervención exitosos o nuevas estrategias más allá del protagonismo que tanto afecta la efectividad de los pocos recursos destinados a estos programas.